NBA ALL STAR THE OFFICIAL GAME
No suelo ser de los que escriben reseñas negativas. En principio, porque no me atrae escribir acerca de un juego que no me ha gustado; además, considero que las reseñas deben servir como un vehículo positivo de difusión de información, y no como una crítica destructiva que pueda evitar que otros jugadores disfruten de un producto que, a lo mejor, a ellos les habría gustado. Pero con el juego al que le dedico mi tiempo hoy, debo hacer una excepción, porque las expectativas que me había creado hacia él se han diluído como un azucarillo en un café muy cargado.
LOS COMPONENTES
Ghennos no es una editorial que destaque por la calidad de sus acabados; sus diseños gráficos son mediocres, sus miniaturas sólo rozan el aprobado, y en general el troquelado de sus naipes y el envasado de sus juegos rondan el suspenso directo. En NBA, por desgracia, se cumple la norma. Solamente el tablero presenta una calidad elevada, y casi podría justificar lo demás si no fuera porque el resto de los componentes son un canto a cómo no se debe producir un juego. Y me explico:
NBA viene presentado en una gran caja con una ventana transparente para poder ver parte de su contenido interior. Esta caja es de cartón ondulado y apertura de solapa, en vez de la típica caja rígida con caja y tapa a la que la mayoría de las editoriales nos tienen acostumbrados. Una vez abierta, contiene un gran inserto de plástico blando y ruidoso, como blister de chino, donde vienen embutidas las miniaturas y algunos componentes, y que es incapaz de cumplir de nuevo su función una vez extraídas las cosas: resultado: hay que tirarlo. No vale para nada, salvo para estorbar. Con lo que, finalmente, posees una enorme caja (tamaño space hulk) donde sólo guardarás un tablero, 10 miniaturas, unos dados y unas cartas, además de una bolsita zip con los counters que te apañes de forma casera para jugar, porque…¿no pensarás de verdad usar ese chiste de tokens de cartulina que provee el juego, y que no tienen ni la calidad mínima para venderse en un bazar chino como fichas de un parchís de a euro?
Si la caja es de traca y los tokens de vergüenza, las canastas horrendas(dos cartulinas totalmente fuera de escala con las miniaturas) y las cartas un canto al mal gusto, los dos componentes que quedan (miniaturas y reglamento) tampoco se salvan de la quema: los jugadores de plástico vienen todos en la misma postura, y sus bases son inestables. Se caen. No se puede jugar con ellos con una cierta tranquilidad. Las estadísticas impresas en sus peanas son tan diminutas que son difíciles de consultar. El número del jugador solo viene impreso en su espalda, y como todos tienen la misma pose, no sabes quien es el base rival, ni el pívot, lo que a la hora de plantear una estrategia de juego se vuelve algo totalmente engorroso. Solución: hay que hacer manualidades y pegar las miniaturas sobre unas bases más consistentes, quizá con un código de color para saber su posición. Ya veremos.
Y el reglamento, con lo enorme que es la caja, es un folleto en blanco y negro, de texto reducido y agobiado, cuya traducción al castellano es simplemente infumable, y que, pese a su brevedad, contiene bastantes lagunas como para producirte cierta ansiedad en la primera partida. Un perfecto “cómonomaquetarunreglamento”, para los amantes del diseño gráfico.
En definitiva, a nivel de componentes, NBA rezuma pobreza y ahorro por todas partes. Hasta niveles mezquinos, ni de autoedición. Muy, muy mal. Salvo el tablero, que es bonito, sólido y vistoso, pero que por su culpa, (sólo dobla en díptico) nos toca una caja simplemente demasiado excesivamente megagrande. Vamos, para rellenarla de escayola y empezar una nueva pirámide en El Cairo.
LA BELLEZA ESTA EN EL INTERIOR…PERO TAMPOCO
Una vez sustituidos los tokens (pffff) con cubitos de mi reserva para print and plays, y decidido que tendré que pegar las miniaturas sobre bases más estables, y tras limpiarme las gafas para distinguir bien los textos del manual y las peanas, y enfundar las cutre-cartas para que no se estropeen, me dispuse a afrontar una partida en solitario, con la esperanza de que tan malos componentes albergaran unas mecánicas dignas. Había ya leído el reglamento antes de adquirir el juego, y aunque el sistema de movimiento acción/reacción me hacía sentir receloso, pensaba que quizá funcionara. Pero no. El juego, a nivel de mecánicas, es como mi primera versión del Streetballers: algo totalmente intuitivo de diseñar, pero imposible de jugar. Y encima, con un par de apaños de órdago para suplir unas malas reglas, como los movimientos libres o las reglas para perder el balón, o la dificultad totalmente ilógica para tirar triples…dando igual en qué casilla de la cancha rival te encuentres. En fin, que son tantas cosas, que me da pereza hasta explicarlas.
A grandes rasgos, para atacar lanzas dos dados (uno rojo y otro verde). Con los puntos obtenidos en el rojo, puedes mover al jugador que lleva el balón (hasta su capacidad máxima de movimiento). Con los puntos del verde, mueves al resto del equipo. Hasta aquí, bien y original. Pero por cada casilla que desplazas una miniatura, el defensor puede desplazar otra, con lo cual, el movimiento se convierte en un sistema alterno que desemboca en una lentitud pasmosa para resolver un turno. Si en esa tirada obtienes dobles, el jugador que maneja el balón se hace la picha un lío y casi pierde la pelota (se permite entonces que el defensor vaya a intentar robarla). Hay que recordar que sólo puedes hacer dos pases por turno, que sólo puedes hacer dos pantallas (bloqueos) por turno, que sólo puedes hacer dos movimientos libres por turno, etc… y no hay tokens ni fichas que te ayuden a recordar tantas cosas, por lo cual, también tocará fabricar algún marcador casero…
La dificultad para tirar a canasta depende del jugador y de si tira de 2 o de 3, sin importar las distancias. Así que una vez en cancha contraria, ninguna regla te impide lanzar de 3 desde el centro del campo, porque tienes las mismas posibilidades de anotar que desde la misma línea, salvo que uses alguna regla casera totalmente necesaria.
Los rebotes son otra tontería indescriptible (al reglamento os remito) que requieren de revisión.
Los movimientos libres son sólo una forma de tratar de evitar situaciones absurdas de ataque en las cuales tengas uno o dos jugadores en cancha rival y el resto mirando al tendido en su propio campo, para no moverlos y malgastar los puntos de movimiento. Un apaño para que el juego quede más bonito en la “foto finísh” tras canasta, pero que si se aplica a rajatabla, tampoco funciona cuando lo utiliza el defensor como respuesta a un movimiento libre del atacante (porque lo lleva a campo contrario).
EN RESUMEN
NBA ALL STAR es un juego muy poco cuidado, mal producido y con un reglamento facilón y muy poco trabajado, que no permite disfrutar del dinamismo de un partido de baloncesto. A mi juicio, su autor ha ido a lo fácil y se ha quedado en un sistema de juego simplemente funcional, pero poco (muy poco) veraz.
Yo, como amante del baloncesto y tras muchos años intentando diseñar un buen juego de basket, creo que estar en disposición de afirmar que este juego no ha tenido el playtesting o el cariño que hubiera requerido, y que cualquier persona que empiece un diseño similar llegará rápidamente a las mismas mecánicas a las que ha llegado Alfredo Genovese. La diferencia es que él se ha atrevido a publicarlas sin pulir, y otros quizá tengan más dignidad y querrían trabajar un poco más el juego antes de venderlo.
Para mi, una verdadera lástima tener que hacer una reseña en este tono. Pero hay que exigir un poco más de esfuerzo cuando se intenta simular algo como un partido de basket. Desde el diseño gráfico del juego, a la producción de sus componentes, hasta (lo más grave) su reglamento ineficaz, todo es un suspenso en NBA ALL STAR.
Salvo el tablero, que es bonito.
¿Será que lo diseñaron así para la única foto de componentes que aún hay en BGG?