Una de las cualidades principales de la cultura, es que suele tener un
componente transgresor. El cine, los comics o la literatura (géneros con los
que habitualmente se quiere equiparar los juegos de mesa) presentan una gran
cantidad de autores que han creado obras destinadas a conmover los sentimientos
o a denunciar los aspectos más negativos de la sociedad a la que pertenecen.
También la pintura, la música u otras muchas artes han servido de vehículo para
la crítica o la denuncia; en definitiva, lo que quiero decir es que un objeto
"cultural" no debe ser visto simplemente como una herramienta
didáctica o lúdica. O lo que es lo mismo, hecho en falta en nuestra afición
algún juego que se salga de lo políticamente correcto, que aborde temas
complicados o comprometidos.
Salvo excepciones contadas con
los dedos de la mano, los temas que abordan los juegos de mesa suelen ser temas
históricos o fantásticos, con predilección por Roma y los zombies. El comercio en
el mediterráneo y los orcos y dragones en todas sus variantes también son temas
comunes. Pero juegos como https://www.boardgamegeek.com/boardgame/85325/kolejka Kolejka (que aborda el día a dia de los
polacos que vivían bajo el régimen comunista, obligados a hacer largas colas
para conseguir artículos de primera necesidad) son una rara excepción.
En muchos otros casos, se recurre al humor para "suavizar" el tema, como en el caso de "Junta", "Kremlin", "Que viene la Troika", etc...
Curioso es el caso de los wargames donde se simula con meticuloso
detalle las evoluciones de los ejércitos en conflicto pero se olvidan
sistemáticamente las decenas de miles de civiles que deben abandonar sus casas,
formando largas colas de refugiados que merecerían uno o más tokens en el tablero
y con total seguridad, algún juego dedicado a ellos.
Creo que hay muchos temas interesantes que podrían originar grandísimos
juegos, si fuéramos capaces de desprendernos de la etiqueta de lo políticamente
correcto y entender nuestro ocio como un ocio adulto, donde habría juegos de
mesa con calificación de edad, como los videojuegos o el cine. Editoriales
valientes o proyectos de mecenazgo que atacaran temas como el terrorismo, las
desigualdades sociales o la delincuencia.
Tengo muy claro que estos temas no crearían títulos superventas. Que la
editorial o el autor que se arriesgase con ellos recibiría probablemente duras
críticas. Pero si queremos que los juegos de mesa sean cultura, deberíamos
hacer todos un esfuerzo por entender que como cultura, sería deseable que una
parte de ellos reflejaran los aspectos más oscuros o más tabúes de nuestra
sociedad.
Hasta que no suceda algo así y se vean más títulos como los que planteo,
para mí los juegos de mesa son cultura: "pero..."
+1
ResponderEliminarNo estoy de acuerdo en absoluto, Alberto.
ResponderEliminarNo sólo son cultura, no sólo son políticos... son venta de ideología pura.
Tu cógete un Monopoly y un Catán y busca las diferencias de dinámica (no sólo de mecánica), luego te miras el capitalismo del XX y lees acerca de las nuevas formulaciones de economía política... y ZAS!
SORPRESA!
Y, evidentemente, el juego es cultura. Como lo es cualquier actividad humana de transmisió de experiencia o conocimiento. Pero eso es a nivel de diccionario puro y duro. Que la gente confunda cultura con Ópera y Mitología precolombina es otro cantar.
JDB
Pues sí, no es dificil imaginar que si los vietnamitas hicieran un wargame tan aseptico como los que hacen los yanquis iba a ser muy diferente.
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