martes, 13 de noviembre de 2018

Homenaje a Stan Lee

   Una amiga me dijo hace unos meses que cuando admiras a una persona, es porque posees los valores que le atribuyes, pero no lo sabes.
Yo admiraba a Stan Lee porque siempre me pareció que era enormemente meritoria esa energía e ilusión que destilaba por la vida, a su avanzada edad. Me resultaba muy simpática su personalidad, ese aspecto de "abuelo de todos" que paseaba con tanta elegancia y afabilidad.
Hoy, acordándome de la frase de mi amiga, he tratado de pensar qué valores de los que le atribuyo a Stan Lee poseo yo mismo. Y creo que puede ser ese niño que llevo dentro, por el que no pasan los años, que se sigue emocionando con historias sencillas de héroes y villanos, como las que él inventaba.
Quizá Stan Lee no me dejó un legado de horas y horas leyendo comics; Quizá simplemente fuimos dos niños iguales, jugando a la orilla de un océano de fantasía.