Hoy he comprendido, gracias a El Telegrama Zimmermann, lo acostumbrados que estamos a creer que nos sorprendemos de lo previsible. Me refiero al hecho de leer una y otra vez noticias lúdicas donde se nos ofrecen productos y promociones a cual más original (creemos) y que simplemente consisten, una vez resuelta la ecuación, en un descuento, un regalo, o la promesa de que podrás poseer el mejor juego del mundo, si compras lo que te publicitan.
Y así vamos fagocitando todos los días las novedades de las editoriales, que nos aseguran que la segunda edición siempre es mejor que la primera, y las de las tiendas y blogs donde nos regalan un ejemplar de algún juego de moda, algún cupón de descuento, etc...
Cada día se convocan más premios y concursos a nivel amateur, con el objetivo de hacernos visitar un blog o fidelizarnos como compradores de un comercio en concreto. Y la zanahoria suele ser algún incentivo material o económico.
Por ello, cuando, abierta mi mente a las aburridas sorpresas cotidianas (ese más de lo mismo de regalos y promociones) me dirijo con poca curiosidad a las bases y premio del concurso que Lev Mishkin ha organizado en El Telegrama Zimmermann a raíz de la próxima publicación de Senderos de Gloria por Devir, me llevo una sorpresa mayúscula al leer que el premio consiste en... que Lev te enseñe a jugar, vía Vassal, al propio juego, en un "cursillo" de dos horas, a impartir a la hora que el agraciado desee.
Y desde que he leído el premio, que Lev califica de "humilde", no me lo he podido quitar de la cabeza en toda la mañana este sorprendente detalle. Este regalazo (con mayúsculas) que ofrece por participar. Y aquí estoy, desempolvando este blog donde cada vez que escribo espanto polillas, para dar mi opinión acerca de ello.
Me he sorprendido, mucho. Y he comprendido que las verdaderas sorpresas son así, como un estornudo en la cara o una garrapata aferrada al cerebro, que te obliga a pensar, a reflexionar...
Lev regala conocimientos en una sociedad donde todo el mundo regala dinero o productos materiales. Regala una clase a un juego que él domina, basado en una temática que conoce a la perfección. Regala dos horas de su tiempo para hacer que alguien aprenda a jugar y si hace falta, también le explica la herramienta digital que va a utilizar para llevar a cabo la formación, ese Vassal que a los profanos se nos antoja tan abrupto.
¿Cuánto vale el conocimiento, me pregunto? Si hiciéramos un ranking de premios, promociones y regalos, ¿a qué nivel ponemos este obsequio? ¿Vale por un juego, por un 5% de descuento en un pedido? ¿Tiene precio, esta promoción?
Yo particularmente opino que el regalo que ofrece Lev es el mejor regalo, el más útil que podía ofrecer a todos aquellos que, interesados por Path of Glory, se acerquen al concurso. Mejor que un ejemplar del juego, mejor que una carta promocional o una firma del autor.
Esta mañana, una corriente de aire fresco ha aireado Internet y el mundo de las promociones, premios y regalos. Por eso, os invito a participar en su concurso y sobre todo, a valorar en su justa medida el premio ofrecido. Os dejo el enlace al concurso...
Enlace al concurso
Gracias Brackder. Muchas gracias
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