Zooloretto es un juego de
COMPONENTES
La caja de Zooloretto contiene 5 tableros de zoo, 5 tableros de expansión, 5 camiones de reparto (las piezas de madera, en la foto), 30 monedas (discos de madera teñidos de plata), un disco redondo de madera de escasa utilidad (sirve de pisapapeles para la última pila de fichas, la que determina el fin de la partida), 16 fichas de crías de animales, y 112 fichas cuadradas, que incluyen 8 tipos
diferentes de animales, 12 paradas de venta y 12 fichas de monedas. A destacar las ilustraciones de los animales y las paradas de venta, que podéis ver en la fotografía.
¿EN QUE CONSISTE EL JUEGO?
La mecánica de Zooloreto es simple y se aprende deprisa; nuestro zoo tiene varios recintos, cada uno con una capacidad diferente (de
SI, PERO…¿CÓMO CONSIGO ANIMALES?
Los animales se encuentran en un glorioso conjunto de fichas bocabajo, al comienzo de la partida. Junto con los animales, están las paradas y las fichas de dinero, todos mezclados y ocultos. En el centro de la mesa, también se sitúan tantos camiones de reparto (con capacidad de 3 fichas cada uno) como jugadores haya en la partida. A partir de ahora, con los zoos vacíos ante cada jugador, dos monedas como capital, y todas esas fichas ante la mesa, la partida se desarrolla de la siguiente manera:
-El juego se desarrolla en RONDAS y cada ronda se compone de TURNOS.
-Durante un turno, un jugador puede hacer una de las tres cosas siguientes:
1) Voltear una ficha de la mesa y añadirla a uno de los camiones de reparto.
2) Coger un camión de reparto que contenga al menos 1 ficha en él.
3) Gastar dinero en una serie de acciones que veremos más adelante.
Un jugador puede seguir realizando turnos durante su ronda HASTA el momento en el que toma uno de los camiones de reparto, momento en el cual debe pasar el resto de la ronda (es decir, hasta que cada uno de los jugadores tiene un camión de reparto).
Cuando un jugador coge un camión de reparto, coloca automáticamente las fichas que contiene en su zoo (las fichas de dinero dan dinero, las de parada se colocan en los espacios destinados a ellas, y los animales, en los recintos.
PROBLEMAS DE ESPACIO
El problema que plantea el juego es el siguiente: En cada recinto sólo puede vivir un tipo de animal (no vale mezclar cebras con camellos, por ejemplo). Además, la capacidad está limitada, por lo que muchas veces no podremos colocar las fichas que conseguimos. Para eso está el establo, como “almacén” de fichas.
GASTANDO EL DINERO
Para solucionar los problemas de nuestro zoo, en el turno podemos gastar dinero en realizar diferentes y variadas acciones, como por ejemplo:
1) Comprar un animal del establo de otro jugador (éste no puede oponerse)
2) Ampliar el zoo con un recinto adicional por 3 monedas
3) Mover un animal de una casilla a otra, por una moneda.
4) Intercambiar animales entre 2 recintos, por una moneda.
5) Descartarse de animales de nuestro establo, al precio de 2 monedas.
PUNTUANDO
Al final de la partida, se hace un recuento de puntos en el que se tiene en cuenta, principalmente, la ocupación de cada recinto (cuanto más lleno, mejor). También cuentan positivamente las paradas de venta que tengamos, pero restan puntos las fichas de animales y paradas de ventas que hayamos acumulado en el establo.
RESUMEN
La estrategia central del juego es la “subasta” de las fichas en los camiones de reparto. Es importante saber esperar y elegir bien qué queremos. A veces, robar una ficha que necesite tu oponente y dejarla en el establo, con la esperanza de que te la compre, puede ser tan útil como conseguir animales propios.
Una vez que los recintos se van llenando, conviene remodelarlos y mover los bichos de sitio, para conseguir dinero varias veces (cada vez que se completa un recinto, recibimos una o dos monedas, dependiendo de cual se trate).
OPINION PERSONAL
El juego no es muy largo una vez se sabe jugar, y los componentes son bonitos.
En general, el juego es divertido, pero volvemos a encontrarnos con un eurogame con la temática cogida con pinzas. Cualquier otro tema hubiera valido, pero éste es muy visual.
Para mi gusto, NO es el mejor juego de Michael Schacht; por el contrario, su HANSA, me parece muy superior a Zooloretto.
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