martes, 4 de mayo de 2010

MIS PUTAS DE PAPEL

   Ya estás preparada, querida. Podrías llamarte Pilar Pacheco, las iniciales de P&P, pero es algo más exótico. Tu nombre es Print and Play, y hueles a puta barata.
   Yo fui quien te puso en esta calle donde te ve todo el mundo, con tu vestido bonito y tus colores brillantes. Un traje de fotografías retocadas y la  minifalda tamaño A4, cortita, para que la gente no se canse hurgando entre tus piernas hasta encontrar un desahogo a su voyerismo.
   A lo mejor en tu calle de electrones, iluminada por la corriente alterna del servidor que te enciende la farola las veinticuatro horas del día, tienes la suerte de conocer a tu Richard Gere, a tus Ian Wilmut y  Keith Campbell. A tu Gepetto o a tu Torete. Porque todo vale si alguien te saca de la calle y consigue que dejen de manosearte gratis y sin miramientos, sólo por ver lo que escondes y juzgarte. Aunque te cambien el maquillaje, te rompan el vestido y te recorten los tacones.Pero vivirás en un piso pequeño de cartón y serás feliz, o al menos yo lo seré por no tener que aguantarte llorando en esta calle por donde pasa tanta gente sólo para mirarte, para meterte mano, para olvidarte tras decirte que te querían, una y otra vez, una y otra vez...

   Voy a apagar la luz.
   No soporto verte con la esperanza eterna en tus pupilas, con esa mirada acostumbrada a servir a un amo, a vestirte como yo te mande, a moverte como yo te diga, sin cuestionarte jamás porqué tienes una o cinco horas de vida, porqué tus labios son rojos/amarillos/verdes/azules a la vez, porqué llevas una baraja de cartas atada al liguero y un puñado de cubos de madera en el bolso, en lugar de un espejo o un teléfono móvil.
   No soporto abandonarte a tu suerte, pero tampoco puedo retenerte siempre.

   Sólo hazlo lo mejor que puedas.
   Y déjame dormir de una maldita vez.

   Que he vuelto a imaginarte, pero de otra manera.

No hay comentarios:

Publicar un comentario