martes, 17 de abril de 2012

MICRORRELATO: Alma de Lobo

Se sentía lobo; tanta sangre derramada le provocaba sed y ansias extrañas, como un hormigueo en el paladar que sólo se saciaría devorando carne ensangrentada. Superviviente de la batalla, no iba a morir ahora de inanición. Tenía que vivir y protagonizar el relato heroico de su hazaña. Si moría, ¿quién sabría que sólo él quedó en pie tras el brutal choque de las armas?
Rodó de lado y a su alrededor todo eran cadáveres descuartizados. Soy un lobo, pensó de nuevo. Miró en cielo, buscando la luna. Allí estaba redonda como una moneda de plata, única recompensa para su espada mercenaria. Fijó los ojos en ella, esperando la transformación. También él había sido cruelmente herido, pero el lobo cura las heridas y se alimenta del dolor. Viviría si dejaba salir la bestia. Con los ojos clavados en la luna, agonizó poco a poco, sin saber que sólo contemplaba el firmamento reflejado en un charco.

No hay comentarios:

Publicar un comentario